EDUCACIÓN EMOCIONAL

EDUCACIÓN EMOCIONAL

El bullying o el cyber -bullying, el consumo de alcohol o de sustancias estupefacientes a edades cada vez más tempranas, la dificultad para aceptar a personas de otras culturas, o la violencia de género, son algunos de los síntomas de los déficits relaciones con uno mismo y con los demás detectados cada vez con más frecuencia en las aulas.

Por otro lado, el fracaso escolar o las dificultades de aprendizaje generan estados emocionales negativos, provocando desinterés por los aprendizajes académicos y dando lugar en muchos casos, a conductas disruptivas que generan en el aula un clima inadecuado por el aprendizaje, provocando al propio alumno su entrada en una espiral de difícil solución.

Todo esto pone de manifiesto la necesidad urgente de trabajar la competencia emocional del colectivo de los adolescentes de nuestras aulas. Conocerse a sí mismos, aprender a aceptarse y a cuidarse, identificar sus estados de ánimo, sus sentimientos y emociones, y adquirir estrategias para su identificación y gestión más adecuada, aunque no son garantía de solución de esta problemática tan compleja, sí son un modo de acompañar a estos jóvenes en un momento tan complejo de su vida como es su paso de la niñez a la juventud.

Por otro lado, la aportación de la teoría de la Inteligencias Múltiples de Gardner, así como de la Inteligencia Emocional de Goleman, han puesto de relieve la importancia de las relaciones interpersonales y de la llamada inteligencia intrapersonal, en el proceso de aprendizaje.

Así pues, si considerábamos importante trabajar en nuestros colegios el ámbito emocional de nuestro alumnado en Infantil y Primaria, lo es aún más en Secundaria, pues su bienestar personal está muy vinculado con la regulación emocional, la asertividad, la empatía, y un modo reflexivo de resolver los problemas.


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